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sábado, diciembre 30, 2006

recuerdos de un Talgo :)

Sólo eran una parejita de viejecitos, probablemente de la zona norte de Castilla, o así lo pude deducir yo mismo, por sus gestos, su acento (realmente castellano) y por aspecto más estratosféricos que a día de hoy pienso que sólo yo ya los deduzco...
No sé si era carisma, o no sé cómo llamarlo pero aquellas orientales tenían algo que conducía a todo “mi” vagón a mirarlas de reojo, a mirarlas como extranjeras y es que realmente lo eran, se encontraban en la España más profunda, eso sí, geográficamente hablando porque no creo que esa se la España más profunda que todos estáis pensando...
Cabizbajo, con un televisor que sólo marca rallas y que intenta difuminarme las imágenes, simplemente para hacerme rabiar, se lo noto...Truchas y truchos, desde aquí los veo a todos, salmones y salmonas, zorros y zorras, posiblemente notéis una sensación n de frío en vuestras nucas, no es el viento, son mis ojos que os divisan desde lo alto. Vengo relajado, podría incluso atreverme a decir que vengo nuevo, que soy otro, con una tonificación muscular diferente, con un abrir y cerrar de ojos con más clase, con una manera distinta de orinar y de bailar, sin ser tan superficial, saboreando todo tipos de pelos, los tuyos, los de él, los de ella...Ya no veo pechos, veo montañas, ya no susurro ofendiendo, susurro sin ofender, leo tebeos y me río en medio de un tren, entablo amistades con chicos similares a mi, no vendo cosas en el estraperlo y sólo invierto dinero en empresas de acero inoxidable. Con más ganas de tocarte que nunca y con menos ganas de irme que siempre, estoy tan lejos y tan cerca, en un lugar tan lúgubre que te huelo, te huelo desde aquí “vainillita” mía, me habré convertido en uno de esos oledores que siempre tanto he odiado?. He recibido una dedicación, de no sé quién y no sé de dónde, pero nos decía que nos felicita por hacer reir a los parques por las noches, por hacer filigranas tan complicadas en lugares que nadie se atrevería, me dice que sin nosotros ellos no serían nada, y me recomienda que sigamos haciéndolo mucho que no nos cansemos nunca al ser posible y nada más, se despide de mí con un simple beso con sabor a Tánger.
Creo que hace tiempo que mi ángel de la guarda me ha abandonado, aún así no voy a tomar alcohol e intentaré protegerme ya solito, que niña mía, ya soy mayor...
Sólo voy a decir que intentaré no escupirles... y hacerles dientes dientes, que es lo que les jode...