Vistas de página en total

sábado, diciembre 20, 2014

Hoy me quité el collar que más me ha pesado en mi vida

Es diciembre, y se acerca la Navidad. Esa que nunca vivimos y que tampoco viviremos.
Hoy me quité ese collar que tanto me ha acompañado en estos últimos dos años de mi vida y que tanta felicidad me ha dado.

Creo que llegó un momento que había aspirado demasiada negatividad, y hoy cuando me lo quité no solo pude ver que había adelgazado al pesarme en mi vieja báscula ubicada en mi cocina, sino que además, me sentí más libre y más ligero. 

Por eso, y por una noche de reclutamiento sexual, pensé que empezaba a dejarte de pensar y me puse más contento que nunca. Simplemente porque era un jueves cualquiera, de una noche cualquiera, en la que sabía que nada iba a ocurrir, y ocurrió, algo nuevo pasó en mi vida, y eso os aseguro, mis mejores lectores lo sabrán, que hacía tiempo que pensaba en no pensar en nada parecido a lo que estáis pensando.

Y ya no os hablo de las ilegalidades que hicimos, ni las risas que lanzamos al aire sin acordarme de nada, ni tampoco de la deliciosa pizza que compartimos en aquella casa de árbol, ni las bragas de color negro que entre-mordí con mis colmillos, os hablo de algo más general, de algo más intrínseco, de algo más natural, os hablo de fluir sin pedir nada a cambio.

Y todo esto, repito, ha sido así, natural, todo lo contrario a tu despedida.