Vistas de página en total

lunes, enero 17, 2011

Piedra 2.0

Hoy me han explicado que las palomas, esa rata-alada de las que tantas veces nos reímos, tiene una parte en su cuerpo que se llama "pedrer". Me he vuelto acordar de ti, y lo sé, es una estupidez. Pero me contaban que dichas palomas engullen como nadie pequeñas piedras a su garganta. Esto les permite "machacar" la comida que devoran mientras pasa por la garganta y así conseguir que llegue bien trituradita a su estómago. Pero te advierto y te aviso que tu no dispones de "pedrer", y por lo tanto, por mucho que engullas y por mucho que devores nunca podrás digerir que todo esto es mucho más fácil de lo que te/nos parece.

Mi piedra en el camino

Éste es el comparativo que te he hecho: piedra.
Sé que no te gustaría si te lo mordiese a los oídos,
pero es lo único que puedo nombrarte ya que no te mueves,
no luchas ni sientes,
llegué a pensar que ni recordabas. Por lo tanto, piedra es tu más mejor adjetivo.
Yo (y muy pocas personas más) realmente sabemos que no lo eres,
tampoco roca ni cosa similar.
De forma suertuda he podido comprobarlo por mi mismo,
ya no te digo en estos tiempos, está claro,
pero si en tiempos pasados, cuando las hojas caían y las mirábamos con la boca abierta,
o cuando escuchábamos a los profesores y realmente el uno pensaba en el otro y el otro pensaba en el uno. Es tan sencillo y lo hemos complicado tanto. Hoy, vuelvo a partir, no te lo he comentado, ni tampoco te lo voy a comentar. Porque quiero que entiendas y sepas, que hasta que no dejes de ser una maldita piedra, no voy acariciarte.


Añado: Las piedras en México hacen rodar