Hoy.
Ya no me gustas físicamente.
Ya no me gusta cómo vistes.
Ya no me gusta nada de lo que estudias.
Ya no me hacen gracia tus chistes.
Ya no huelo tu perfume, y si lo consiguiera, seguro que también seria de mi rechazo.
Ya no te miro a los ojos, simplemente porque no te los quiero mirar.
Ya no dudo, ahora afirmo siempre.
Lo más triste, és que no comparto ni me gusta tú manera de ser, ni tu forma de pensar, sólo me gusta lo que menos tienes en esta vida, aunque te suene extraño.