Ya ví que me decías adiós con tu manita,
has sido desgraciada, tanto que me mirabas con recelo,
has sido desdichada y maldezida, mil veces, lo confieso
intentaste tirar atrás otro pasito, demasiado tarde amor,
ahora me tientas con tus pequeñas "cerezas", mírarme de nuevo?
yo caliento mi sopita y te preparo el cucharon dorado, el que a ti te gusta,
y después, de postres, te comeré los mofletes, igual que nuestro amigo Hannibal...
yo en cambio, seré más delicado y te lo haré a escondidas de todos, sin dejar huella.
No hay comentarios:
Publicar un comentario